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No se que me ocurre que de mi cabeza no surge nada no puedo pensar, lo intento me esfuerzo pero nada todo sigue igual. Me despierto y me acuesto con la misma sensación de búsqueda, de rasgar en mis entrañas y encontrar algo que mostrar. Hago promesas de volver a volver, emito sonidos extraños que los demás interpretan como pequeñas risas, risas que para mi son quejidos en mi oscuridad. No estoy triste, ni enfadada o amargada, ni siquiera alegre o pensativa, creo que estoy tan perdida que ni yo delante del espejo creo ser yo...ufff...que espeso todo y que largo, ¿qué estoy diciendo? si eso es lo que quiero, que todo sea largo, eterno, que los días sean años y que los años sean décadas. Ese es mi miedo, a las huellas del paso del tiempo, y a su vez, a no poder pasar junto al tiempo, no entiendo nada es como una continua contradicción, mi yo interior y mi yo exterior , lo lógica contra la inconsciencia, la verdad contra la mentira, el si contra el no, la pureza contra lo corrupto, la pasión contra lo frívolo, yo contra ti.
No se cuando me rompí, ni siquiera cuando pegué cada uno de mis trozos para seguir hoy aquí...pienso, pienso y pienso, quiero estar, quiero sentir el aire en mis pulmones, quiero la sonrisa tierna y pícara de quien amo, quiero ver las flores como abren sus pétalos al sol y se insinúan con su danza a la luna.
Tengo ansias de moverme, de bailar, de descubrir...!sí!, esa es la palabra justa, descubrir todo ese mundo de sensaciones que se muestran ante mi con el disfraz de los sueños, son como un pequeño ángel que aletea sus alas en mis pupilas antes de perderlas, vendiendo placer y alquilando sonrisas.
