pues aprendes o te pierdes.
Controla las pequeñas cosas...
pues acaban por ser enormes.
Controla tus experiencias vividas...
pues son lágrimas de cristal con atuendos de sonrisas.
Café dulce y miel amarga.
Tatuaje clavado en el rostro con tinta ecológica...
control de los caminos vivido.
Miradas taciturnas en el espejo encontrado de la añoranza
e imágenes perdidas entre los dedos de la juventud.
Controla las expresiones controladas del alma...
pues no serán más que madurez forjada
en el yunque del camino y en el jardín del olvido.
Café dulce y miel amarga.
El poema está bueno, pero el control no. Mientras controlas todo eso, te pierdes la mitad de la vida.
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